Salzburgo, breve historia de la ciudad

La zona de la actual Salzburgo dio asiento a comunidades neolíticas hasta que el pueblo celta de los ambisontii sentó las bases de Iuvavo. Esto generó una verdadera cultura urbana en la zona. Durante el Imperio Romano la urbe fue ocupada por Cesar Octavio Augusto y se le dio el nombre de Juvavum. La riqueza de la zona, con sus minas de sal, hizo que Claudio le concediera a la plaza un edicto de municipalidad. Cuando el empuje de los bárbaros del norte y la crisis interna romana se hicieron intolerables, las fronteras cedieron y Juvavum fue arrasada. Mientras tanto en Baviera estaba cambiando el curso de la Historia. El duque bávaro, Teodoro II, acababa de convertirse al cristianismo y San Ruperto fue el encargado de recuperar las tierras perdidas en torno a Juvavum en torno al 700. En este período se funda la Abadía de San Pedro. En el 739 se funda el Obispado de Salzburgo, que proviene de "la Ciudad de la Sal". Un monje irlandés llamado Virgilio recibió la orden del duque bávaro de edificar la Catedral de Salzburgo para depositar en su interior las reliquias de San Ruperto. Carlo Magno, reciente señor del Imperio Franco y dueños del Ducado de Baviera, convirtió a la ciudad en foco de cristianización del resto de Austria y de toda Hungría. Cuando a finales del S.XI se produjo el enfrentamiento entre el emperador y el Papado (Querella de las investiduras), Salzburgo sorprendió a todos al ponerse del lado de Roma. El arzobispo Gebhard Helfenstein, (1060-1088) sufrió entonces los ataques imperiales que arrasaron en varias ocasiones. Pero ésta no logró ser sometida ya que Gebhard ordenó construir sobre la Abadía de San Pedro la inespugnable Fortaleza de Honhensalzburg. (1077). Ebhard II creó el Principado Eclesiástico de Salzburgo. (1200). Durante siglos el principado fue prosperando, y alcanzó su apogeo la primera mitad del S.XVII. Sería Wolf Dietrich (1587-1611)) el más famoso de todos los príncipes, mandando embellecer la Catedral en estilo renacentista. Mandó construir el bellísimo Palacio de Altnau, con fastuosos jardines. En 1756 nace el más ilustre de los ciudadanos de Salzburgo, Wolfram Amadeus Mozart, que comenzaría su carrera gracias al mecenazgo de los príncipes de la villa (1769-1781). En 1801,Jerónimo, se convertiría en el último de los príncipes-obispo de Salzburgo, pues tras ayudar a Mozart a prosperar e introducir la ilustración en la urbe aceptó la secularización de su principado como la evolución natural de las cosas. Nace así el Electorado de Salzburgo. Tras las convulsiones de las guerras napoleónicas, el Electorado pasaría a manos de Austria.

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