Florencia, breve historia de la ciudad

Originariamente Florencia era una ciudad etrusca. Los etruscos, llegados de Asia Menor, se establecieron en la zona en el siglo IX a.C. Los objetos y restos arqueológicos encontrados nos permiten datar la presencia de esta civilización en el área florentina. En el año 395 a.C. la civilización etrusca fue sometida a Roma. Fue entonces que en el año 59 a.C. los romanos fundaron el municipio de Florentia, sobre las cenizas del antiguo asentamiento etrusco. Después de la desaparición del Imperio Romano, la ciudad reconquistó su autonomía y fue controlada por los Normandos. En el año 774, Florencia fue conquistada por Carlomagno pasando a formar parte del Imperio Carolingio. En 1115, la ciudad se liberó aprovechando las disputas motivadas por la sucesión de la condesa Matilde. Los florentinos vencieron al vicario imperial y conquistaron los castillos y las poblaciones cercanas para asegurar la seguridad de su comercio. Durante los siglos XII y XIII, los florentinos participaron activamente en las guerras entre facciones que se disputaban la sucesión a la corona imperial. En esa época Florencia era la primera ciudad de Toscana, ya que Pisa había sido derrotada por Génova en 1284 y Siena empezaba a declinar. Muestra de su poder fue la acuñación del "florín de oro" en el año 1252, moneda que permanecería más de tres siglos como uno de los patrones monetarios del mundo junto al ducado veneciano. Los florentinos organizaron el préstamo a gran escala, prestaban a los soberanos de Europa a cambio del arrendamiento de los impuestos. La crisis económica del siglo XIV y la Guerra de los Cien Años llevaron a la ruina a estas compañías, aunque volvieron a surgir otras nuevas, también de base familiar. En 1406 Florencia conquistó Pisa y se convirtió en potencia marítima. El arte florentino se abrió al Renacimiento a principios del siglo XV coincidiendo con las últimas crisis que precedieron al establecimiento del principado de los Médicis. La compañía de los Médicis, familia más rica de Florencia, tenía grandes ambiciones políticas que se realizaron a través de Cosme el Viejo, quien consiguió adueñarse de Florencia en 1434. La familia de los Médicis, íntimamente unida a la historia de Florencia, gobernó con interrupciones la ciudad durante 350 años. Durante este periodo Florencia destacó tanto por su poder económico, eran los banqueros del Papa, como por ser el epicentro de la cultura y del arte. En 1737 se extinguió la línea de los Médicis y con el nombramiento del Duque de Lorena, marido de María Teresa de Austria, Florencia se incluyó dentro de los territorios de la corona austriaca. Tras el Congreso de Viena, la Toscana pasó a ser una provincia del Reino de Italia. En 1861 fue depuesto, con un plebiscito, el último Gran Duque de Florencia y la Toscana fue anexada al Reino, recién formado, de Italia. Florencia sustituyó Turín como capital de Italia en 1865. En el siglo XIX la población de Florencia se duplicó, mientras que triplicó en el siglo XX, gracias al crecimiento del turismo, del comercio y de la industria. En la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue ocupada por los alemanes (1943-1944). Fuerte y generalizada fue la resistencia a la ocupación nazi, que culminó en el levantamiento del pueblo a principios del mes de agosto de 1944.La Segunda Guerra Mundial también tuvo como consecuencia la destrucción de los puentes de Florencia. Sin embargo, el Puente Viejo (Ponte Vecchio) pudo salvarse, gracias a su extraordinario valor artístico.

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