Viena, breve historia de la ciudad

Los primeros pobladores de la zona, cinco siglos a.C., fueron los celtas. En el siglo I a.C. los romanos la incorporan a su imperio dándole el nombre de Vindobona "ciudad blanca". En el siglo V esta zona fue conquistada por los Ávaros. A finales del siglo VIII fue conquistada por Carlomagno que la agregó a su imperio, denominándola "Marca del Este", hecho éste considerado como el nacimiento de Austria. Su situación estratégica atrajo la atención de la poderosa familia de los Babenberg, que lograron que Otón II les concediese el Ducado de la Marca. En 1156 Federico I Barbarroja trasformó el Ducado en hereditario, dentro del Sacro Imperio Romano Germánico. En 1237 Viena fue declarada ciudad imperial. En 1246 Federico II el Belicoso recibió del emperador Austria como reino hereditario. Al morir sin descendencia se extinguió la familia Babenberg. Luego de una disputa por el trono de Austria, acabaron imponiéndose los Habsburgo y comenzando la dinastía más larga, de 1278 a 1918, y con más poder de la historia de Europa. A la muerte de Carlos VI, llegó al poder su hija, la emblemática emperatriz Maria Teresa de Austria. Maria Teresa, la emperatriz de fuerte carácter que gobernó durante cuarenta años es, por meritos propios, uno de los grandes personajes femeninos de la historia. José II, el prototipo de déspota ilustrado, sucedió a su madre Maria Teresa. Él fue quien impuso el alemán como idioma oficial. En 1805 los franceses derrotaron a las tropas del emperador Francisco II y le obligaron a renunciar al trono del Sacro imperio. Este hecho da lugar al nacimiento del Imperio de Austria. En 1813 Napoleón es derrotado y las potencias vencedoras convocan el importantísimo Congreso de Viena de 1815. En 1867 nace el Imperio Austro Húngaro. Los reinos de Austria y Hungría pactan su igualdad en el famoso "Compromiso de 1867" y Viena se convierte en la capital del nuevo Imperio. Tras el Compromiso, Viena siguió siendo el centro cultural de Europa y capital política de un imperio que no dejó de expandir su territorio hasta la llegada de la I Guerra Mundial. Tras la Gran Guerra, Austria quedó arruinada y sus territorios se dividieron. Incorporada al III Reich durante la II Guerra Mundial fue semidestruida por los bombardeos aliados. Tras la contienda quedó dividida en cuatro sectores gobernados por cada una de las potencias vencedoras. En 1955 las cuatro potencias dejaron la ciudad y Austria alcanzó su independencia definitiva, tras la cual declaró su neutralismo.

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